El feminismo, como cualquier movimiento social, tiene sus debates internos, y menos mal que es así, porque si no se habría quedado estático hace siglos y no habría avanzado hasta donde está ahora. Pero para esto tenemos que seguirnos manteniendo en la premisa de erradicar la violencia y eso pasa por no dejar que entre en nuestras filas, bajo ningún concepto; y eso incluye no consentir ni camisetas, ni carteles, ni pintadas que lanzan amenazas directas a otras mujeres.