Necesitamos una respuesta clara y ágil de quienes administran los recursos y las instituciones públicas y que no se olviden que están allí porque hemos sido, nosotras, la ciudadanía, quienes les hemos puesto allí. Por ello estamos en todo nuestro derecho de exigir que se otorgue prioridad a las situaciones de mayor urgencia y vulnerabilidad.