En los primeros días de entrar en la facultad para hacer mi licenciatura, tuvimos la oportunidad de charlar en la cafetería con uno de los maestros de la facultad, yo no sabía en ese momento, que ese señor era el jefe de mi departamento, doctor en historia por la Universidad Sorbona de Paris, bajo la tutela de Daniel Pécaut y citado entre otros por Nobert Elias en sus investigaciones… bueno, pues ese señor, nos dijo entre otras cosas, una frase que jamas olvidare: “si nos olvidamos de la historia, esta no tendrá sentido, porque uno de sus principales objetivos es recordarnos lo que hemos hecho, lo que somos, nos recordara el pasado que deberá servirnos de base para vivir el presente de acuerdo con el futuro que buscamos crear”… hoy cuando se cumplen 75 años del inicio de la guerra civil española, recuerdo también a este profesor que hace 12 años ya no esta compartiendo con sus estudiantes, por la intolerancia de quienes consideraron que sus intervenciones e investigaciones eran incomodas para sus planes. Y aun hoy en día, tratan de negar su historia.
Si perdemos la memoria, nos perderemos por el camino, porque no solo con saber a donde queremos llegar lo conseguiremos, debemos tener claro por donde no queremos pasar y la memoria esta allí para evidenciarnos antiguas experiencias como muestra de ello…
La historia esta plagada de casos que nos sirven de ejemplo para esto. El Chile que en 1907 vivió uno de sus episodios más lamentables en Santa Maria de Iquique, se ve 1973 en manos de un dictador que abruptamente termino con el gobierno de Salvador Allende, quien había sido elegido legítimamente y una nueva matanza se sobrevino, pero ya en todo el país.
Una Primera guerra mundial, que dejo al continente europeo devastado, con más de 10 millones de bajas en combate y otras tantas a raíz de la dura situación económica, sirve de antesala para un Segunda, así de incoherente fue, pero así sucedió, más de 60 millones de bajas. El pueblo alemán que ya había tenido que trabajar para levantarse y para cumplir con su parte en el Tratado de Versalles, se deja alimentar de un sentimiento inculcado por quienes trataron de olvidar una historia vivida tan recientemente y que por supuesto condujo a más guerra.
Centroamérica y sus revoluciones de guerrillas, no distan mucho de los procesos que viven hoy en día, con otros agentes en los conflictos, pero muy similares; habría que ver la situación que vive Mexico actualmente y tirar de hemeroteca en la historia de Colombia y ver como el daño sistemático que hace el narcotráfico es fue allí tan similar.
Y ya si entramos a hablar de la historia de las religiones y sus guerras, por poner otro ejemplo, seguramente este espacio sería insuficiente.
Ahora bien, si hablamos de recuperar la memoria, esa memoria histórica, será necesario tener en cuenta también, como la mitad de la población que ha formado parte de esa historia, que al parecer se quiere negar o modificar a conveniencia, como ya lo he citado, es casi invisible, y sí, hablo de las mujeres, esa otra parte de la humanidad, gestora de cambios y revoluciones, para la cual también es necesario recordar que ha sido negada, ocultada y pormenorizada, pero recordando y evidenciando eso, es que luchamos hoy por construir un futuro, donde no volvamos a caer en los mismos errores del pasado.